El valor actual del salario mínimo permitiría comprar 22 pizzas de muzzarella de una de las marcas más famosas del rubro.
La cantidad de alimentos que se pueden comprar con los empobrecidos salarios de la Argentina se reduce a diario, mientras la inflación de agosto se disparó al 12,4% y acumula un alza del 124,4% interanual, según el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC).
De acuerdo con el informe mensual del organismo, si bien el incremento de precios fue generalizado en todos los rubros, el sector Alimentos y Bebidas no alcohólicas tuvo un pico del 15,6%, producto de la suba en Carnes y derivados y Verduras, tubérculos y legumbres.
Se trata del primer dato de inflación luego del impacto de la devaluación del tipo de cambio oficial, el día después de las PASO, que aceleró el ritmo al que se mueven los precios de la economía.
Esa inercia, según estimaciones privadas, también haría que septiembre quedara en el terreno de los dos dígitos mensuales.
En el contexto inflacionario más elevado de las últimas tres décadas, el poder de compra del salario mínimo vital y móvil medido en término de los productos adquiridos, se fue deteriorando con el paso del tiempo.
En septiembre, el salario mínimo vital y móvil se ubica en $118.000, cifra que será revisada en los próximos días cuando se reúna el Consejo del Salario.
De acuerdo con las cifras relevadas, el valor actual del salario mínimo permitiría comprar 22 pizzas de muzzarella en Los Inmortales, una de las marcas más famosas del rubro, cuya sede central se encuentra sobre Avenida Corrientes, en el microcentro porteño.
En tanto que la cifra se reduce a 18 unidades si se decide comprar la versión napolitana.
Por su parte, a metros del Obelisco porteño, las icónicas pizzas de Sbarro responden a un clásico neoyorquino, con los sabores de pepperoni y napolitana como los más representativos.
Así, con el SMSV equivalente a $118.000 se podrán adquirir 15 unidades de la primera y 16 unidades de la segunda especialidad.
La medida es XXL, y precisamente por su tamaño y consistencia, el gesto típico del comensal antes de dar el primer bocado es el de doblar la porción al medio, como se suele ver en las películas y series norteamericanas.
Además, es habitual que la gente las consuma al paso, como un menú rápido en medio de la jornada laboral.
Si uno se aleja del centro de la Ciudad de Buenos Aires, y llega por ejemplo al barrio de Villa Ortúzar, encontrará La Mezzetta, establecimiento que ganó el premio a la mejor pizza de la ciudad en 2018.
Allí, con el salario mínimo se pueden comprar 33 unidades clásicas, aunque la estrella del lugar es la fugazzetta rellena.
En este caso, se podrán adquirir a razón de 19 unidades, casi la mitad.